Honduras impulsa modernización penitenciaria: Ampliación de cárceles culminará en el primer bimestre de 2025


4 de enero de 2025
4 de enero de 2025
El director del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y jefe de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), general Ramiro Muñoz, anunció que para enero y febrero de 2025 se completará la construcción de tres nuevos módulos penitenciarios en cárceles clave del país. Esta ampliación busca reducir el hacinamiento y mejorar la clasificación de los privados de libertad.
“Enero y febrero son meses vitales para nosotros porque marcan la finalización de tres módulos penitenciarios. En Ilama, Santa Bárbara, habrá espacio para más de 1,500 reclusos; en Támara, Francisco Morazán, se completará otro módulo con capacidad para 1,300; y en la cárcel de La Tolva, se habilitarán 300 espacios adicionales”, detalló Muñoz.
Muñoz subrayó que, además de ampliar la capacidad, el sistema penitenciario hondureño adoptará un modelo de separación más eficiente de los internos, tomando en cuenta su condición jurídica y grado de peligrosidad. Esta medida pretende no solo descongestionar las prisiones, sino también garantizar una gestión más ordenada y segura.
“Actualmente, en nuestras cárceles conviven personas que cometieron delitos menores, como el robo de una gallina, junto con criminales altamente peligrosos responsables de millonarios desfalcos o asesinatos. Este reordenamiento permitirá una mejor convivencia y una clasificación más justa de los internos”, explicó.
Además de los proyectos mencionados, el general destacó las mejoras ya realizadas en la cárcel de mujeres en Támara. Estas iniciativas responden a la necesidad de crear espacios adecuados y de promover un sistema penitenciario más humano y eficiente.
El hacinamiento ha sido uno de los principales retos del sistema penitenciario hondureño. Según organismos internacionales, las cárceles del país operan por encima de su capacidad, lo que genera condiciones de vida inadecuadas y un entorno propicio para la violencia.
Con la incorporación de estos nuevos módulos, se espera aliviar significativamente esta problemática y establecer un precedente para futuras mejoras en infraestructura y administración penitenciaria.
La finalización de estas obras es parte de un esfuerzo más amplio por modernizar el sistema de justicia penal en Honduras. Se busca no solo aumentar la capacidad de las prisiones, sino también implementar programas de rehabilitación y reintegración que contribuyan a reducir la reincidencia delictiva.
El proyecto representa un paso crucial para garantizar un manejo penitenciario más justo y efectivo, además de ser un compromiso con los derechos humanos y la seguridad pública.