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Honduras enfrenta caída crítica en vacunación infantil

6 de octubre de 2025

6 de octubre de 2025

Honduras atraviesa una de las crisis más preocupantes en materia de salud pública: la caída sostenida en las coberturas de vacunación infantil. Los hospitales y centros de salud del país enfrentan carencias de dosis, refrigeración deficiente y una baja afluencia de padres que acuden a inmunizar a sus hijos, situación que pone en riesgo el control de enfermedades prevenibles que ya habían sido erradicadas del territorio.

 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud y organismos internacionales, en los últimos cinco años las coberturas de vacunas esenciales —como pentavalente, polio, sarampión, rubéola y tuberculosis— han descendido hasta niveles críticos, en algunos departamentos por debajo del 70%, cuando el estándar mínimo de seguridad establecido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es del 95%.

 

A esta realidad se suma el deterioro de la red de atención primaria. Muchos centros de salud en zonas rurales carecen de energía eléctrica estable, lo que impide conservar las dosis a la temperatura adecuada. Otros funcionan con personal reducido, lo que retrasa los procesos de registro, control y aplicación.

 

El déficit logístico se combina con factores sociales: desinformación sobre las vacunas, escasez de campañas de sensibilización y, en algunos casos, temor o desconfianza generada por la proliferación de rumores en redes sociales. Todo ello ha provocado que miles de niños no completen sus esquemas de inmunización durante los primeros años de vida.

 

La pediatra y salubrista pública María Alejandra Ríos, consultada sobre la situación, advirtió que “Honduras corre el riesgo de ver reaparecer enfermedades como el sarampión o la poliomielitis si no se actúa de forma inmediata. No se trata solo de tener vacunas, sino de garantizar su acceso equitativo y su conservación adecuada”.

 

El Gobierno, por su parte, reconoce los desafíos y afirma haber iniciado un plan de recuperación de coberturas que incluye jornadas masivas, visitas casa por casa y una mayor inversión en cadena de frío. Sin embargo, profesionales del sector coinciden en que el impacto será limitado si no se fortalece el presupuesto y la capacitación del personal sanitario.

 

Las consecuencias podrían sentirse a mediano plazo. Según estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al menos uno de cada cuatro niños hondureños no ha recibido el esquema completo de vacunación, lo que coloca al país entre los más rezagados de Centroamérica.

 

Mientras tanto, hospitales pediátricos y centros de salud continúan enfrentando la doble carga: la atención de enfermedades respiratorias estacionales y la amenaza latente de brotes prevenibles que podrían reaparecer si no se revierte la tendencia actual.

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