El Gobierno de Honduras ha decidido realizar compras directas de medicamentos a los mismos 40 ofertantes que participaron en el último proceso de licitación, una medida que ha generado fuertes críticas por parte de diputados y profesionales de la salud. La decisión ha despertado cuestionamientos por el riesgo de sobrevaloración de precios y la falta de garantías legales, al tratarse de adquisiciones que obvian los requisitos formales de la Ley de Contratación del Estado bajo el argumento de emergencia.

La diputada y doctora Suyapa Figueroa lamentó que el actual gobierno esté replicando prácticas que antes condenó cuando era oposición. Señaló que estas compras directas, ya recurrentes en los más de tres años de gestión de Xiomara Castro, se están haciendo con los mismos proveedores de la licitación, pero bajo condiciones distintas, precios más elevados y sin las garantías que exige la ley. Según Figueroa, este tipo de medidas favorece a los intereses políticos y no a los pacientes, que terminan siendo los más perjudicados.

Por su parte, el también diputado y médico Carlos Umaña advirtió sobre los peligros que representa esta modalidad de adquisición. “La caja de Pandora que abre una compra directa es muy grande, no solo por la sobrevaloración, sino por la calidad del producto”, declaró. Añadió que la Secretaría de Salud debería informar con transparencia sobre cuáles medicamentos están en riesgo de escasez, pero dudó que lo hagan antes de concretar la compra.

Ambos parlamentarios coincidieron en que el proceso carece de transparencia y podría ser caldo de cultivo para actos de corrupción, contradiciendo el discurso de cambio y legalidad que prometió el actual gobierno.