El economista Ismael Zepeda advirtió que la millonaria inversión pública proyectada en los próximos años podría no generar el impacto esperado si no se mejora la capacidad de ejecución del Estado.

De acuerdo con sus estimaciones, para 2026 se destinarían más de 100 mil millones de lempiras a proyectos de infraestructura, programas sociales y capital productivo. Sin embargo, recordó que en periodos anteriores la ejecución presupuestaria no superó el 80% en promedio.

Zepeda detalló que en 2023 el plan de inversión alcanzó un 89% de ejecución (72,500 millones de 83,000 presupuestados), mientras que en 2024 bajó al 79%, una tendencia que preocupa frente a los ambiciosos montos contemplados a futuro.

“Se asignan miles de millones, pero no se logra una ejecución idónea. Solo la inversión social supera el 90% porque los gobiernos suelen ser más ágiles en programas asistenciales”, explicó.

El experto señaló que para 2025 se prevé un presupuesto de 90,000 millones, aunque la ejecución real podría quedarse entre el 80% y 85%, con el añadido de que un año electoral suele dificultar el cumplimiento de metas.

Asimismo, advirtió que en 2026, ya sea con un nuevo gobierno o con la continuidad del actual, habrá una “curva de aprendizaje” que normalmente se traduce en baja capacidad de gestión durante los primeros meses.

Zepeda insistió en que, pese a los altos montos destinados en las últimas décadas, los resultados no se reflejan en la reducción de la pobreza. “Se ha contenido en algunos momentos, pero no se ha revertido su tendencia al alza, especialmente después de la pandemia”, subrayó.

El llamado del especialista apunta a la necesidad de fortalecer los mecanismos de ejecución, transparencia y priorización de proyectos para que los recursos destinados realmente generen desarrollo sostenible.