El economista Mario Sosa advirtió que el Gobierno de Honduras continúa adquiriendo deuda externa con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pero sin que se reflejen inversiones productivas o transformaciones estructurales en el país. Según Sosa, este patrón de endeudamiento recurrente genera preocupaciones sobre el destino efectivo de los recursos y la falta de proyectos que impulsen el desarrollo económico sostenible.

“El país sigue endeudándose, pero no hay señales claras de que estos fondos se estén destinando a gasto productivo, lo que vemos es un patrón repetitivo de adquirir deuda sin generar transformaciones estructurales”, señaló el economista. Además, advirtió que toda esta deuda será responsabilidad de los ciudadanos hondureños y cuestionó qué beneficios concretos se obtendrán a cambio de esos compromisos financieros.

Sosa reconoció que se observan algunos avances en el sector energético, pero resaltó la ausencia de ejecuciones claras en infraestructura y proyectos que impulsen el emprendimiento y mejoren los servicios públicos. “Nos dicen que estos recursos están destinados a la proyección social, pero la ejecución es débil y los resultados no se ven reflejados en obras ni en una mejora de la calidad de vida de los hondureños”, agregó.

En fechas recientes, la presidenta Xiomara Castro realizó una visita a España donde firmó un acuerdo con la OPEP por 50 millones de dólares para fortalecer políticas sociales, enfocadas en empoderamiento de mujeres, inclusión de personas con discapacidad y comunidades indígenas y afrodescendientes. Además, se firmaron tres convenios con el gobierno español que elevan la cooperación bilateral a 300 millones de euros, de los cuales más de 100 millones son préstamos que incrementan la deuda pública.

El economista hizo un llamado a que los fondos adquiridos se utilicen prioritariamente en inversiones que generen empleo, desarrollo económico y servicios de calidad para la población, en lugar de continuar con un modelo de endeudamiento sin resultados palpables.