El exdiputado hondureño Midence Oquelí Martínez Turcios, procesado en una corte de Nueva York por delitos ligados al narcotráfico, deberá esperar unos días más para conocer su condena. Su defensa presentó una solicitud de aplazamiento de la audiencia de sentencia originalmente fijada para el 4 de septiembre de 2025.

La abogada Kristen M. Santillo envió una carta al juez Lewis A. Kaplan explicando que los encuentros con Martínez en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn se han visto limitados por dos factores: la necesidad de un intérprete en cada reunión, ya que el excongresista solo habla español, y la interrupción de las sesiones por procedimientos internos del penal, como el conteo de reclusos. Estas circunstancias, aseguró, impidieron revisar de manera adecuada la respuesta de la Fiscalía, presentada apenas un día antes de la cita judicial.

En el escrito, la defensa sostuvo que el acusado debe entender plenamente los argumentos y consecuencias legales antes de escuchar la sentencia definitiva. Por ello, propuso como nuevas fechas el 15 o el 17 de septiembre, alternativas que la Fiscalía no objetó. Será el juez Kaplan quien decida si concede la prórroga.

La posición del Ministerio Público estadounidense es firme: exige una pena mínima de 30 años de prisión, alegando que la participación de Martínez en el tráfico de drogas, la violencia y la corrupción dejó un “legado de devastación” en Honduras. En contraste, la defensa pide 12 años de cárcel, considerando circunstancias personales y solicitando una sanción que, a su juicio, sea proporcional al caso.

Más allá de la duración de la condena, observadores señalan que el proceso contra Martínez forma parte de un capítulo más amplio de la llamada “narcopolítica hondureña”, un fenómeno que sigue siendo investigado por los tribunales de Estados Unidos y que mantiene bajo escrutinio a figuras del ámbito político del país centroamericano.