El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunció este lunes una inversión de 37,2 millones de dólares para financiar un ambicioso proyecto que busca fortalecer la red de transmisión eléctrica en Centroamérica. Esta iniciativa, denominada Segundo Circuito del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central, permitirá construir 301,8 kilómetros de nuevas líneas de transmisión y ampliar cuatro subestaciones estratégicas en Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

El objetivo principal del proyecto es incrementar la capacidad de transporte de energía en la región y aumentar el intercambio internacional de electricidad en al menos 300 megavatios (MW). En particular, se reforzarán los tramos de interconexión entre Honduras y Nicaragua, y entre Nicaragua y Costa Rica, lo que supone un paso clave para mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sistema eléctrico regional.

Las subestaciones que serán ampliadas se encuentran en Agua Caliente (Honduras), Sandino y La Virgen (Nicaragua), y Fortuna (Costa Rica). Además del financiamiento del BCIE, la Empresa Propietaria de la Red (EPR) responsable de la gestión del sistema regional aportará otros 9,2 millones de dólares al proyecto.

Gisela Sánchez, presidenta ejecutiva del BCIE, manifestó su satisfacción por el respaldo de la EPR al seleccionar al banco como financiador, y afirmó que el proyecto se desarrollará “con los más altos estándares de calidad y eficiencia”, en línea con el compromiso de la institución con el desarrollo sostenible de Centroamérica.

Este proyecto se enmarca dentro del Sistema de Interconexión Eléctrica para los Países de América Central (SIEPAC), una infraestructura clave que actualmente conecta a Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala mediante 1.793 kilómetros de líneas de transmisión y 15 subestaciones eléctricas. Con los nuevos 301,8 kilómetros financiados por el BCIE, se refuerza y amplía significativamente esta red regional.

El fortalecimiento del sistema contribuirá al Mercado Eléctrico Regional (MER) y se estima que beneficiará a más de 50 millones de personas en la región, al promover un modelo energético más resiliente, sostenible e integrado.